Tendencias de Moda Sostenible 2019

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Ponencia en MOMAD 2018.

Moda sostenible’. Este término llegó a mi por primera vez por un encargo de Ballena Blanca. Hasta ese momento intentaba ser prudente con las compras, aprovechar mucha ropa de amigas y primas e intentar que durara lo más posible. Ya había escrito sobre obsolescencia programada y descubrí que, en efecto, la ropa la lleva (es evidente), pero aquel reportaje me abrió una ventana a un montón de cosas nuevas. Conocí a Gema Gómez, de Slow Fashion Next, a la gente de Patagonia, de Koopera… Al poco tiempo, otro encargo: escribir sobre el área sostenible de la feria de moda MOMAD. Y con esto, más gente genial. Susana Vela de Polka Press, Mikel Feijóo de Skunkfunk, Kavita Parvar de I Owe You Project (con la que conocí la trazabilidad), la gente de Hilaturas Ferré (y las casualidades derivadas), One Oak y su sólida coherencia

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Alguno de los artículos de la empresa madrileña One Oak.

De alguna manera todo empezó a encajar, unas cosas llevaron a otras… La moda sostenible no solo me ha traído mucho conocimiento y más concienciación, sino proyectos que invitan a ser mejor profesional. Desde entonces he escrito sobre muchas empresas que me han gustado (conocido a otras que no tanto, pero de las que también se aprende que no todo es bonito), he impartido charlas en foros interesantes, comentado en mesas redondas. Y desde el año pasado también escribo las Previsiones de Moda Sostenible para la consultora Slow Fashion Next. Estas son mis propuestas para este año, un poco más detalladas que lo que encontraréis en su blog:

  • Falta información y sigue habiendo un mal uso de términos importantes para entender el mundo de la moda sostenible desde los que escribimos y contamos historias. La falta de rigor por desconocimiento es grave. Y no parece interesar la formación. Urge dedicar tiempo a estudiar, ordenar conceptos y darles el valor que merecen.

  • Sostenibilidad es el término de moda, muchas veces puro greenwashing, y en este sentido:

    • Ya ha ocurrido este año y seguirá pasando: hay reticencias a usar el término ‘Sostenibilidad’, debido al mal uso que se está haciendo de ella en todos los ámbitos, no solo en la moda.
    • Hay varios sellos que otorgan «garantías» sobre autoría, procedencia, etc., pero siguen siendo demasiados y muy poco claros. Al menos los periodistas deberíamos poder acceder a formación que nos cuente qué significa cada uno.
    • Las empresas que quieran llamarse ‘sostenibles’, ‘respetuosas’ y ‘verdes’ deberán presentar resultados de auditorías que ayuden al periodista a entender con cifras qué impacto está teniendo la vida de su producto.
    • Los periodistas deberíamos frenar toda información sobre sostenibilidad si no se puede acceder a los datos reales con facilidad o a herramientas de ‘fact checking’ en esta materia.
    • Las empresas deberán replantear sus políticas de comunicación, las marcas y empresas deberán invertir más esfuerzo y presupuesto en iniciativas de storytelling siempre vinculadas a una base sólida (coherencia).

  • Los mensajes de RSC cada vez tendrán menos cabida en los medios, por puro desgaste y desconfianza del público por estas iniciativas. Hace falta transparencia, verdad en el tono, el fondo y en la forma.

  • Los términos orgánico y eco (sinónimos), de lo vegano, de lo slow… reventarán o no tendrán futuro, están tan desgastados que empiezan a generar desconfianza.

  • Cada vez habrá más marcas apoyándose en influenciadores para vender sus prendas y lanzar mensajes respetuosos. Y éstos deberán ser mucho más coherentes y responsables; ya no vale tener muchos seguidores y vender como teletienda: falta verdad y toca verdad.
  • El maltrato animal en la confección textil es otro punto caliente que seguirá ocupando espacio en redes sociales como Instagram. Y si este año ha habido un despertar con el tema de los productores en temas cárnicos, el bienestar animal llegará también al mundo de la moda.

  • La prensa generalista dará más espacio el ‘de qué está hecho’, especialmente en la industria de la moda.

  • El plástico ha vivido uno de los años con peor prensa de su vida y sin embargo la confección con materiales que vienen de fibras recicladas ha pasado de ser algo minoritario a presente en cada vez más armarios y compañías. Pongo como ejemplo las zapatillas de El Ganso hechas con plástico (ojo a la startup SeaQual de Textil Santanderina) que patrocinan la vuelta al mundo a nado de Nacho Dean (Expedición NEMO)

3 Comments

  1. ¡Muy interesante tu artículo! Estoy contigo en que los mensajes de RSC cada vez tendrán menos cabida en los medios, por puro desgaste y desconfianza del público. Hace falta transparencia, verdad en el tono, el fondo y en la forma.

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